jueves, 13 de diciembre de 2007

Yo busco en estar vivo
mil poemas para encontrar

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Yo busco en los poemas
mil razones para estar vivo

domingo, 2 de diciembre de 2007

Una de mis mayores desiluciones cuando niño, fue darme cuenta que el amor eterno era más difícil de lo que parecía, que la gente juraba amor incondicional y eterno más de una vez en la vida, a más de una persona.

lunes, 26 de noviembre de 2007

Los simuladores

Quise poner un poco a prueba mi imaginación. Imaginé. Imaginé un aula de Universidad, una clase como cualquier otra. Un alumno, bastante entrado en edad, al menos en comparación con el resto. Este alumno, amable por demás, llegando a veces al punto de la repulsión, en el fondo, un impostor. Uno de los mejores. Fui a la suposición clásica, el tipo era de la SIDE, lo mandaban a la Universidad a hacer inteligencia. Simple, demasiado obvio, pero útil al fin. Entonces, nuestro individuo, con cada uno de sus diálogos ensayados hasta el cansancio, irrumpe en el grupo de alumnos. Con el correr del tiempo, la impresión general que todos tienen de este tipo, es que es un idiota. Un verdadero idiota, siempre con un comentario estúpido a flor de boca, siempre queriendo participar en clase, o sea, sobresalir, ser visto, oido, y recordado por todos sus compañeritos. Todo lo contrario a pasar desapercibido, todo lo contrario a lo que una persona común y corriente supone que haría un impostor. Y yo me sentí uno de estos alumnos que piensan que nuestro impostor es un verdadero idiota, un cuarentón aniñado con ansias de recuperar la adolescencia perdida. Pero me entró miedo, mucho miedo, al darme cuenta que el tipo se creía a rajatabla su personaje, actuaba y andaba como automatizado, como si antes de entrar a la clase, un interruptor bajara y el tipo entrara en modo "pelotudo". Comprendí que uno es lo que se cree, que la verdad es relativa, que si yo quiero creer que soy astronauta, si realmente me lo CREO, lo soy. Temblé frente a la idea de que somos lo que imaginamos, que nunca sabremos como es nuestro verdadero ser, que somos un castillo de ilusiones. Lo peor fue cuando comprendí que como nuestro amigo, todos los demás eramos impostores, todos se mentían y asumían un papel a jugar, todo espías, espías de si mismos, espías del tiempo, farsantes viviendo una farsa infinita, es decir, interpretando un papel falso, escondiendo otro SER que también es la farsa de otro SER que también es la farsa de otro SER, y asi ad eternum. Cada hombre, estructura de capas que esconden otras no mejores, y que no desembocan en ningún carozo, capas infinitas que no llevan a ningún lugar. No logro estar seguro para quien escribo, cual de todas las farsas que habitan en mi quiere decir esto.

domingo, 11 de noviembre de 2007

Ninguno está excento, desde el día en que nace, cada ser está condenado a no estar excento, a ser un marginado, un aislado, a sufrir. Yo soy discriminado, vos también, si cada uno de nosotros tantas veces fue tan imprudente, tantas veces como todos. Y nosotros discriminamos todo lo que él NO discrimina. Vaya paradoja de nuestra maldita conciencia colectiva, si había algo que él no hacía, si le faltaba solo eso, pues nos encargamos nosotros. Qué número falta para el cartón lleno? No te quepa duda que lo tenemos nosotros. Entonces pienso que hay una cierta complicidad, entre él y nosotros. De a poquito le vamos aplanando el terreno, cortando la maleza, y una vez que entra a jugar, le cobramos todas a favor. Estamos todos jugados, todos tenemos un cartelito en la frente que nos indica la fecha de vencimiento, solo resta esperar, y mientras tanto joderle la vida al que ya está vencido, como si tuviese poco. Pero a alguien le debe de cerrar el sistema, alguien cena su portentoso caviar y se saca la basurita de entre los dientes mientras todos, absolutamente todos, incluido él, nos morimos. Muero, mueres, y sobre todo mueren. De a poco, sin saberlo, engañados, vamos desgarrandonos, desangrandonos, mientras la gran mancha nos abraza, nos mece suavemente, nos sopla en el oído, y creemos que no es nuestra cuna la que mece, sino la de otro. Siempre de un tercero, y cuando no haya más terceros será un cuarto, o un quinto, sin duda. Lo peor de nosotros, es que llevamos la misma marca en la frente, pero lo ignoramos. Escupimos a Caín en su llaga, alabamos a Abel, y como ya habrían de adelantarnos otros más sabios, el mundo equivocado, elevando sus principios y sus motores elementales sobre un cimiento de farsas, todos Caín, un solo Abel, y por ignorarlo lo dejamos entrar. Y cuando entró, no pudrió al HUESPED, sino a quienes lo rodean, a quienes señalan la llaga en su frente, sin el coraje de sentirla y reconocerla en este espejo de curiosas simetrías que somos lo seres humanos. Yo quiero repetir hasta el infinito la pregunta sin respuestas, buscar una razón inexistente, imitarme sin sentido, todo para nada, pero es que no encuentro una mejor manera de SER, no se puede evitar. Aun asi, durante el día, el rayo de sol sobre la cara nos hace olvidar (a los pocos que alguna vez recordamos) y caer sin remedio otra vez en la moral del traidor, del prejuicio y las segundas piedras, señalar otra vez al marcado, señalarlo tapandonos los ojos y de coté, como quien no quiere la cosa, "sin querer" decimos para dormir tranquilos. El día que todos nos hagamos desaparecer, que no haya frente limpia que valga, que el llanto del marginado sea el llanto de todos, que el gran hijo de puta ría victorioso y su risa tape todos los sollozos del mundo, nos preguntaremos de donde viene tremendo estrepito de alegría, y no nos podremos responder -igual que yo no me puedo responder en este momento-, ahi, en ese instante algún otro iluso como yo, como vos, que por un brevísimo lapso de su insignificante y apurada existencia se dejó caer en los mares del lamento, escribirá un parráfo maldito, absurdo y lamentable, en el cual se reconocerá, y lo reconocerán, como otra mierda más. Como otro ser humano más.

viernes, 2 de noviembre de 2007

El jueguito

Aqui me mando yo, ya que Funes me sacó del banco de suplentes, me mandó a calentar y me hizo entrar en el juego. El mismo constaba de transcribir la quinta frase de la página 161 de el/los libros que uno estuviese leyendo en el momento. Gracias Nacho por la invitación. A ver... :

"Así deben ser todos los viajes, pensó, padeciendo por primera vez en su vida la punzada de ser forastera, mientras contemplaba desde la borda los vestigios de tantos mundos extinguidos en el fondo del agua."

Gabriel García Márquez, Doce cuentos peregrinos


"En años recientes, los cambios en la educación médica y el impulso de ciertos centros de medicina europeos permitió que la fisiología de las arterias pudiera ser estudiada en pacientes."

R.L.A., Biomecánica arterial


miércoles, 17 de octubre de 2007

Las milanesas de doña Paula

(o de las buenas costumbres)
A usted le parece, yo, a mi edad, tener que soportar semejantes insolencias. Ya le decía la otra tarde -que calor que hacía dios santo- a Don Goyo, cada día más descarada la gente, sobre todo los jovenes, pensar que en mis años de mocedad ni Mu se nos permitía, y mire que bien salimos, nadie se murió por respetar al prójimo. No, a ver, saquele un poco de grasita, ahi está mihijo, nalga me está dando, no? Asi me gusta. Como le decía, Don Goyo, que señor tan amable, usted se acuerda de aquella vez que Don Goyo sacó a palazos a un ratero de mi casa? Descarado, el mal viviente se escondía en la quintita, al lado de los zapallos... pobres mis zapallos. Y claro, una es una ridícula cultivando lechuga, pero no, ellos no, los mocosos de hoy la quieren servida, vaya uno a decirles que siembren unas hortalizas, ah no, ellos quieren el tomate rojo, redondo y brillante, y que se lo sirvan en rodajas vió, que el oreganito ni ocho cuartos. Claro, me olvidaba lo difícil que está conseguir trabajo hoy en día, pobres santos. Ma si, el Horacio me acuerdo se caminaba mañanas enteras buscando cómo ganarse la vida con dignidad. Vió que ahora hablan de los tomates transgénicos? Dicen que les ponen no se que mormona, ormona, algo de los pollos, y que por eso crecen tan gordos. Uno hoy en día no se entera ni lo que come. No querido, de usted no puedo decir nada, es tan amable, mire, mejor deme 900 gramos, a ver si el Silvito anda con hambre todavía. Eso, de ahi, mejor del medio, la punta es muy grasosa. Ay, una pandilla el otro día, para que le cuento, me lo agarraron al Boby, pobre Boby no paraba de llorar -porque mi Boby llora, casi un humano parece vió-, los mocosos le ataron las patitas al pobre, claro, cuando sali para ver estaba tirado en el piso el pobre, llorando, si hubiese visto como lloraba. Y ahora los sin verguenzas estos andan en pandillas, no son como los de antes que se la bancaban solitos, no mihijo, ahora ni la hombría conservan. Una vez el SIlvito vino con el ojo amoretonado, y yo le dije, que se arregle solo, y asi aprendió, asi me salió vió, como los de antes. El pan rallado no se olvide querido, si, una bolsita. Bueno, en que estaba.. ah si, en la noche del baile en que conocí al Horacio, que tiempos aquellos, una iba a los asaltos acompañada de la madre, o de alguna tía solterona, y nada de hacerse la cocorita, las reglas eran las reglas, eso le falta a la sociedad hoy en día, reglas, reglas firmes para poder...

-Hola doña Paula, que le puedo dar hoy?
-Ah, si, hola querido, disculpá, me distraje mirando las zanahorias. Dame 800 gramos de nalga nene, eso.

domingo, 7 de octubre de 2007

Hay algo que me divide del resto del Universo, una frontera inasible que separa mi culo de aquello que lo rodea. Cuesta entenderlo, cuesta aceptarlo. Si bien yo soy lo que me rodea, y el que me rodea es un poco de mi, si bien el último e indivisible de los átomos de mi frontera está igual de adyacente al primer átomo de mi entorno que a cualquier otro que me pertenezca, la frontera -si bien casi inconcebible-, existe. O es una ilusión.
Otroreidad, ubicuidad, Nirvana y omniprescencia... sin embargo yo acá, ahora, de esta manera y encerradito en mi cómoda cajita de cristal, pensando y escribiendo.
Más allá de lo físico, lo material y lo tangible, más fácil es encontrar la forntera de pensamientos y sentimientos. Cómo concebir un único pensar, una vibración producto de millones más pequeñas, sintésis temporal y meta-material de millones de psiquis, millones de espíritus. ¿Cómo estar seguro de que soy yo quien en este momento conecta los hilos de este razonamiento?¿Cómo saber realmente que soy el único? ¿O seré todos?
El hombre, espejo y fiel reflejo (al mismo tiempo) de una divinidad indescifrable, condenado a la lógica, al descubrimiento de la estructura nuclear del Uranio, a la individualidad, a las horas perdidas y a la repetición constante.¿Seremos realmente algo? Realmente, ¿seremos?


El YO debe ser una ilusión más. Los espejos, sus perfectos complices.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Carta de Macedonio Fernández a Jorge Luis Borges


Querido Jorge Luis:

Iré esta tarde y me quedaré a cenar si hay inconvenientes y estamos con ganas de trabajar. (Advertirás que las ganas de cenar las tengo aún con inconvenientes y sólo falta asegurarme las otras).

Tienes que disculparme no haber ido anoche. Soy tan distraído que iba para allá y en el camino me acuerdo de que me había quedado en casa. Estas distracciones frecuentes son una vergüenza y me olvido de avergonzarme también.

Estoy preocupado con la carta que ayer concluí y estampillé para vos; como te encontré antes de echarla al buzón tuve el aturdimiento de romperle el sobre y ponértela en el bolsillo: otra carta que por falta de dirección se habrá extraviado. Muchas de mis cartas no llegan, porque omito el sobre o las señas o el texto. Esto me tiene tan fastidiado que rogaría que se viniera a leer mi correspondencia en casa.

Su objeto es explicarle que si anoche vos y Pérez Ruiz en busca de Galíndez no dieron con la calle Coronda, debe ser creo, porque la han puesto presa para concluir con los asaltos que en ella se distribuían de continuo. A un español le robaron hasta la zeta, que tanto la necesitan para pronunciar la ese y aún para toser. Además, los asaltantes que prefieren esa calle por comodidad, quejáronse de que se la mantenía tan oscuro que escaseaba la luz para su trabajo y se veían forzados a asaltar de día, cuando debían descansar y dormir.

De modo que la calle Coronda antes era ésa y frecuentaba ese paraje, pero ahora es otra; creo que atiende al público de 10 a 4, seis horas. Lo más del tiempo lo pasa cruzada de veredas en algunas de las casas; quizá anoche estaba metida en lo de Galíndez: ese día le tocó a él vivir en la calle.

Es por turnos y éste es el de que yo me calle.

Macedonio Fernández

jueves, 6 de septiembre de 2007

Tengo, a lo largo del día, de los días, dispersas, grandes ideas, claras revelaciones, ráfagas de lucidez. No logro, sin embargo, hilar con ellas una simple frase, un puto párrafo, un algo con sentido. No hay caso.

sábado, 25 de agosto de 2007

Réquiem pre-mortem pour le livre

De qué manera se completa una obra? Cuándo es tiempo del esperadísimo y trágico punto final? Y qué si ese tiempo ya pasó y no supimos darnos cuenta?
Un libro, por ejemplo, se conforma de una tapa, una contratapa -ambas más o menos duras-, y un contenido. De qué forma la intuición del autor se plasma en tan poco: dos cartones, un lomo y doscienta-y-tantas páginas (cuando mucho)? De qué forma elegir el orden de dichas páginas? Por qué es que de dicho orden depende tanto lo que el libro quiere decir?
De las más arduas tareas es aquella de dicernir y decidir si para expresar cierta idea debemos valernos de cuatroscientos treinta y dos rectángulos de papel, o una sola frase es suficiente.
El resto es literatura basura, como ésta.

domingo, 12 de agosto de 2007

Sueño de perros

Tengo dos notas
deambulando en mi cabeza
inagotables, improlongables
me han despertado

Me han secuestrado de un sueño
signado por la angustia,
cuando todo parecía acabar
ahi estaban ellas dos

Una sostenida, otra menor
a tirones y mucho esfuerzo
me quieren levantar de la profundidad
del sueño
-sueño nostalgias-

Y el efírmero instante
de nuestra existencia
en él aparecía
como nostalgia
-sueño nostalgias-

martes, 7 de agosto de 2007

Al Ego-ista

Y el tarambana este me pide que lo ayude con no-se-qué aburrida traducción(punto) Claro(coma) ahora porque escuchás Beethoven y viste no-se-qué adaptación de UN cuento del Negro en internet sos todo un intelectualucho(punto) Bueno(coma) no quiero ser mala persona(coma) perdón(coma) es un buen tipo(coma) un poco boludo(coma) pero eso es todo(punto) La culpa es mía por pretender que el mundo no sea Hipócrita(coma) cuando el primer Hipócrita soy yo(punto) Que bien que suena(coma) YO(punto) YO-YO(punto) (comillas)Término empleado en filosofía y en psicología para designar a la persona humana en tanto que ella es consciente de sí misma y objeto del pensamiento(comillas)(punto) Oh gran descubrimiento(dos puntos) mi ombligo(signo de exclamación) Pero de ahi a ser objeto de pensamiento (punto punto punto) En fin(coma) YO el Hipócrita me tengo que estar quejándo de estos Hipércritas(coma) como si el menos peor fuera al menos mejor(punto) Redundancia(coma) me tengo que ir(punto y de esos que dan por terminado una queja)

miércoles, 1 de agosto de 2007

La ciudad y las ilusiones

Al entrar al cuarto se podía vislumbrar toda la ciudad. Creí al principio que era una ilusión, que toda la crueldad que emana una ciudad no cabía dentro de un departamento, y menos en uno del barrio de Flores. El monoambiente parecía explotar en luces, humos y estruendos. Lo contradictorio era que se podían ver como un espejismo callejones, vendedores, absolutamente todo el paisaje habitual de una ciudad, en tamaño real. Todo dentro del monoambiente. Razoné enseguida que podría probar la inverosimilitud e irrealidad de la ilusión que se presentaba ante mis ojos con un simple artilugio matemático. Pensé que si giraba a mi derecha y caminaba, digamos, unas tres cuadras, luego volvía a girar hacia mi derecha y retrocedía las mismas tres cuadras acabaría nuevamente en la entrada a la ciudad, o sea, la entrada al departamento. Desilusión. Luego de la agitada marcha, acabé en un lugar en apariencia completamente distinto al inicial. En un intento por no perder la razón, me convencí de que si caminaba en línea recta sin cesar chocaría en algún momento con alguna de las paredes que delimitaban el monoambiente. Pues no querrán conocer mi desconcierto y desesperanza cuando al cabo de una hora de caminata, el paisaje y las gentes no cesaban de renovarse. Es probable que en realidad con solo haber continuado veinte minutos -o dos cuadras- más hubiese acometido mi fin, mas la terrible sensación de escepticismo y perdición se apoderó de mi (o debo decir que yo me apoderé de ella). Aqui es donde comencé a comprender y recordar (o imaginar) los tantos departamentos en los cuales me había perdido alguna vez, los muchos escenarios que se habían renovado en una y otra oportunidad en mi vida, y arribé a la fatídica conclusión de la igualdad de todos de ellos -y más aún, de su infinitud-. Pero un hecho en particular me ha mantenido en constante cavilación llegando al borde de la locura: la imposibilidad de encontrar los límites de esa ciudad, de escapar de ella, y asi bajar a la planta baja y regresar a las calles de Flores. Al día de hoy no lo he logrado y paso los días merodeando en busca de algun indicio de pared, de un zócalo, mientras en las noches alterno entre la perdición mundana y la escritura de relatos fantásticos. El último en el que estoy trabajando versa sobre una ciudad imaginaria incrustada dentro de un departamento. No logro concluirlo.

domingo, 29 de julio de 2007

De como acabar con el rosedal en diez días

El teorema de conservación de la masa establece bien claro que no se puede cagar más de lo que se come, pues claro, salvo que haya desprendimiento interno del tejido que nos compone. En resumen, la única forma en la cual la frase tan común "ese caga más de lo que come" podría tener sentido es si el supuesto sujeto se estuviera desintegrando cago-a-cago. Creo yo que para hacer válida la frase, decimos que la diferencia entre lo que se caga y lo que se come debe ser considerable, y hasta detectable a simple inspección visual. Supongamos entonces un dC (delta cago, de ahora en más llamaremos así a la diferencia entre lo que cagué y lo que comí) del orden de los cien gramos. Asumiendo un sujeto de alrededor de 70 Kg, no es difícil tarea estimar cuantas provechosas comidas gozará antes de desintegrarse. El cálculo arroja un número algo asi como 700 comidas. Siendo amables y considerados con nuestro pobre individuo supongamos que come (y caga) una sola vez por día, por lo cual sobreviviría casi dos años. Nada mal, eh? Tras todas estas cavilaciones, llegué a una irrefutable conclusión: las petunias cagan más de lo que comen, ya que sufren del infortuito hecho de vivir tan solo dos años. Pero caramba, la petunia es una planta, no puede cagar. Pues entonces aqui es donde llego al segundo y mayor descubrimiento: nos han engañado todo el tiempo, hemos vivido equivocados, las petunias son animales!. Tras ese disfraz de pobres seres fotosintéticos plácidamente imperturbables, se esconde una raza de crueles animales, animales de los más metafísicos y meditadores, que elaboran un sigiloso y cauteloso plan para conquistar -al menos- el planeta tierra (y digo "al menos" porque uno no tiene ni idea de lo que son capaces estos bichos, ya ve señora, han sido capaces de engañarnos a nosotros, los seres humanos, por tanto tiempo!).
Debido a esto, y a tantas otras cosas más que a su debido tiempo les revelaré, declaro un estado de Alerta Total, código Rojo Profundo, y convoco a todos los empleados del Jardín Japonés a alzarse en armas (podadoras) y acabar con esta terrible amenaza para la humanidad. Unámonos para que en el futuro no haya ser sobre la tierra que pueda cagar más de lo que come. Amén.

lunes, 16 de julio de 2007

Hastío. Repugnancia. Bronca. Hastío de nuevo. Podría explotar, dentro mío fermenta la podredumbre. Y algún día va a salir todo afuera, a propulsión por los oídos, a fogonazos por los ojos, y ni me quiero imaginar por la boca. Y ese tarado que me mira. Dios, que insoportable, tenés cientas de ventanas en este estúpido tren para mirar, y me tenés que clavar la mirada asi, a mi, justo a mi que puedo explotar. El tren se detiene, que estación es? Ah, Flores, y en la barrera una camionetita con la flamante vieja que fue a buscar al colegio a los insufribles de los hijos, a tomar la lechita queridos. Otra vez flaco, que mirás? Esquivo su mirada. Que tren aburrido, el zombie sentado al lado mío se saca los mocos, ahora soy yo la que no puedo evitar dirigir la mirada al insoportable que me analiza de arriba abajo. Si por lo menos me mirara porque me tiene ganas, vaya y pase, pero ni siquiera, en este estado no le puedo gustar a nadie. Me está dando bronca, no para, me mirará a mi o estará colgado en sus pensamientos? Que linda aquella época, cuando era bella. Los muchachitos me silvaban al pasar. Ja. Ay que boluda, ahora me estoy sonriendo sola! Y este sangrupio se rió, claro el muy obsceno se dió cuenta que me di cuenta que se dió cuenta de que me reí sola como una estúpida. Opa, se acerca, vendrá hacia mi? Que hago, es un depravado, seguro me quiere tocar las tetas. Auxilio, Dios, Diosssss...
-Hola, no se si te habrás dado cuenta, pero soy Dios.
-..
-Si, ya se que no tengo barba, me afeité la semana pasada.
-...
-Podés hablar, soy Dios pero no hago telepatía.
-Pero...como...Dios no es omnipotente, omnipresente, omni.. ?
-Si, también omnívoro no ? Mirá ,te la hago corta, ni entrometido ni fetichista, asi que decime qué es lo que te pasa.
-Escuchame caído-del-catre, a vos qué te importá ? Además no sos Dios, si lo fueras tendrías que saber mi nombre y..
-Anastacia!
-......()...Em, bueno, teniendo en cuenta que el número posible de nombres de mujer es 126 según el Registro Nacional de las Personas, y dado que estimando mi edad ubicás los gustos y usos de la época en que nací, el campo muestral se resume aproximadamente a 17, eso sería una probabilidad de 0.06 de acierto. Muy fácil. Ah, me bajo en esta estación, chau.
-Anastacia, porqué sufrís tanto?
Anastacia se quedó helada.
-Cómo sabés que sufro?
-Se te nota.
-Ah, mentira, sos un pillo, como no vas a saber que sufro, todos los seres humanos sufren.
-Si, pero no todo el tiempo, vos en cambio, mientras yo te miraba sufrías, tu cabeza te retorcía el corazón. Estás cansada, no?
-Ufff, la verdad -aflojando los brazos- no doy más. Pero, caramba, que te tengo que contar a vos, un loco que se cree Dios, chau, me voy.
-Tenés ganas de mandar todo al octavo carajo, no? Si, suele pasar, hasta a mi me pasa a veces, te pensás que es fácil crear un planeta en siete días?
-Bueno, vos te comiste el manual del "chamuyo for everyone" en siete días, y ahora me querés levantar así de fácil a mi, ay que descarado, Dios!
-Si, Dios, ese es mi nombre.
-Ppppssfa, argh, no me hagás enojar. Mirá flaco, soy asexuada, me castraron el alma hace mucho tiempo, soy aburrida, machona, má que machona, soy La raulito, escupo cada dos minutos, asi que no jodás, porque si me buscás una teta la vas a tener que buscar por el piso.
-Anastacia...
Mirando hacia abajo, como dejando caer la guardia:-Qué....
-Yo quería darte charla un rato, no estoy de levante. No me creés que soy Dios? No creés que Dios somos un poquito todos y cada uno de nosotros? Los humanos y la divinidad, buscando la solución en un cielo, en un todo, se olvidan que ese todo lo conformamos como piezas de un rompecabezas, es un todo lleno de toditos.
-...
-Mirá, vos tenés ganas de explotar, de desintegrar tu todito, de olvidarte, de irte lejos, y está bien, está muy bien, acá todo está podrido, pero dejá de echarle la culpa a los de afuera.
-Yo no lo echo la culpa a nadie...
-Nadie, nada, alguien.... Querida, te conozco, me conozco, somos fruto de la misma arcilla. No dejés que te amasen. Date forma. Mirá, Liniers, yo me bajo acá, tengo que atender el puesto de panchos hasta las 7. Sabés qué, cuando quieras pasate que te regalo un pancho....con papitas, como lo comemos allá arriba con San Pedro y todos los muchachos. Chau, hasta la próxima.

Enfermo. Mirá si le voy a creer esa sarta de boludeces. Ja, que un todo con toditos, tomatela!. Y encima, blasfemo, que Dios ni ocho cuartos. Dios no atiende un puesto de panchos, Dios está para cosas mejores, en las alturas, peinandose las barbas, imaginando algún nuevo planeta y una nueva especie para crear, arrojar y condenar al sufrimiento. No? Dios no podría nunca atender un puesto de panchos..... no?

miércoles, 27 de junio de 2007

Hay un gran paso desde la contemplación a la acción. A veces, más que un paso, es un salto, o un trepar sigiloso. Si bien la acción, es decir los actos, las obras, las creaciones de cada ser humano es aquello que lo define ante sus pares más facilmente, no se debería confundir esta "facilidad" con "necesidad" y "suficiencia". Vicente Fatone solía decir: "No hay nada que el no hacer no haga". Fatone también creía que "Conocer es Ser". Pues entonces porqué negarle su importancia y su necesidad a la contemplación frente a la acción. Es más, es de mi creer que la acción llevada a cabo sin previa deliberación exaustiva, conduce casi siempre a malos puertos. Los surrealistas se revuelcan en su tumba frente a tal afirmación, pero basta ir muy cerca, al día de ayer nomás para ver como una acción desmesurada, cargada de un fuerte componente pasional lleva a resultados horrorosos: Un hincha de Tigre muerto. No es mi intención desmerecer la espontaneidad de los actos más puros, de la naturalidad de los sentimientos, mas para que estos no acaben con consecuencias impensables, suelo pensar que se necesita previamente, en alguna instancia de la vida, un enorme proceso de contemplación y ensimismamiento. Tarea poco fácil si se tiene en cuenta los ritmos descomunales a los cuales transcurre la vida por estos tiempos. La era de las comunicaciones, el automóvil, los trenes ultrarápidos han exterminado casi por completo los momentos de larga reflexión en los cuales uno se podía sumir.
Algo similar sucede cuando uno quiere tomar partido, digamos por ejemplo en la vida política. He observado incontables ejemplos de agrupaciones de jovenes con intenciones de las más nobles, con fuerzas para el trabajo y la convicción de cambiar la sociedad. He visto con mis propios ojos como esos esfuerzos son y han sido en vano, cuando no provechosos para viles propósitos de crueles dirigentes o poderosos de turno. He concluido entonces de la necesaria búsqueda interna, del análisis propio y externo, y de la concientización que requiere en este caso la militancia política (la militancia supone acción, más bien es la acción). En pocas palabras, se precisa de un largo proceso de reflexión antes de la acción. De otra forma, dicha acción será incontrolada, o al menos su desenlace.
Hoy en día me doy cuenta de la cantidad de actos que he llevado a cabo sin percatarme jamás del porqué de ellos. La rutina, la vorágine del día a día, con su tela esméril que raspa lenta pero altaneramente nuestra conciencia nos precipita en actos casi involuntarios y mecánicos, en círculos de repetición del tiempo, en un mismo e inacabable transcurrir, haciendo y deshaciendo la trivialidad hasta más no poder. Si bien no se puede vivir en contemplación, o al menos el constante no-hacer podría terminar por la insanidad mental, creo que es pertinente y es condición necesaria la meditación, la búsqueda de un centro, de las coordenadas de vida desde donde habremos de situarnos y enfrentar la continuidad del cosmos, la pesquisa de una razón de evolución de nuestros actos. En pocas palabras, tratar de entender la vida. Muchos se han vuelto locos o han muerto en el intento. Yo, no logro comprenderla en absoluto.

domingo, 17 de junio de 2007

También están estos momentos de oscuridad, en los cuales el castillito de construcciones lógicas y erudición se viene abajo. Al principio se empiezan a entrever los cimientos, la estrúctura de tirantes y columnas, o sea, desaparece el relleno. Pero indefectiblemente se termina cayendo abajo el castillo, carta por carta. Un escalofrío de escepticismo nos recorre la médula (al menos a mi me sucede así) y relativizamos (minimizamos) los logros conseguidos, las tesis elaboradas, los pequeños climax alcanzados. Se presenta como tal el absurdo de la existencia, del universo en su enésima potencia. En mi caso maldigo con toda mi alma nuestra condición de seres pensantes, aun más, maldigo la condición de pensadores que pretendemos atribuirnos. Incurro en una aparente contradicción y paradoja en la cual concluyo que el más inteligente de nosotros es el más idiota, el más iluso que pretende ser mejor solo porque emplea más y supuestamente mejor la razón. Pero tampoco me convencen los caminos místicos, la mayoría terminan en doctrinas. Y me siento solo, pero no es la soledad producida por ausencia de compañía humana, al contrario, me siento solo como humano en el universo, como todos los seres humanos conjugados y de cara al cosmos, llorando por incomprensión. Aquí generalmente llego al punto de odiar hasta el más bellos de los libros, los tildo de apócrifos, de espejos para alondras (que hipócrita, tengo que hasta terminar robando palabras a otros). Cuestiono hasta el más mínimo y simple de los conocimientos adquiridos, cuestiono la forma de una guitarra, descreo del amanecer que observo, del sentimiento que hasta ayer creía cierto. Ya ni dormir me consuela, porque si bien al despertar bendeciré nuevamente el aire que me seca los ojos, el suelo que piso firmemente, sé que tarde o temprano el absurdo aparecerá otra vez triunfante, para confirmar las sospechas y sumirme nuevamente en la depresión.

sábado, 9 de junio de 2007

Hoy hice un descubrimiento: las mujeres son una versión mejorada y más evolucionada, de nosotros, las bestias. Comencé a sospecharlo cuando me percaté de que nosotros nos arrastramos siempre con los brazos colgando, los ojos salidos y desorbitados, mientras que ellas, las mujeres, calculan (aunque inconscientemente, asi que no les cuenten) con milimétrica precisión cada uno de sus pasos, cada sutil balanceo de sus delicados brazos. Ahora, en el preciso instante en que escribo estas líneas, podría recitar una a una las casi infintias diferencias que encuentro entre ellas y nosotros, más aun, me abruma el sentimiento de inferioridad, y las hermosas cualidades que poseen desfilan por mi mente atropellándose, haciéndome extremadamente dificultoso poder concentrarme en alguna tarea. Es inevitable sentir desprecio tanto por mi como por el resto de las bestias.
Todavía no logro comprender cómo no hemos desaparecido de la faz de la tierra, cómo ellas no nos han eliminado y reemplazado por especímenes acordes a su belleza. Ahora que lo pienso, sí, lo entiendo, es su inconcebible bondad, su dulzura y su sapiencia (ésta intuida, jamás razonada) de que nada en este Universo es sometible a la voluntad de un mortal. Me olvidaba que no piensan como nosotros, las bestias.
El gran problema es que mi condición animal me priva de poder retener mis pensamientos en la memoria por más de unas horas, por lo cual siempre olvido completamente mi descubirmiento, y enseguida me veo corriendo agazapado, arrastrando los brazos y chorreando baba, siempre a la caza de algún pedazo de carne o una cerveza, pretendiendo dominar el mundo y su indescifrable curso.

viernes, 1 de junio de 2007

La vieja de aluminio

Fugaz post, para proclamar mi indignación por este hecho. Realmente me siento un idiota, siento una bota inglesa pisoteándome la cabeza y escupiéndome en el ojo.

Cito de La Nación

A 25 años de la guerra

Lanzan una colección de monedas sobre las Malvinas

La ex ministra británica, Margaret Thatcher, presentó ayer las piezas conmemorativas que llevan la inscripción "Aniversario de la Liberación"

LONDRES, (EFE).- La ex primera ministra británica Margaret Thatcher presentó ayer una colección de monedas emitida con motivo del vigésimo quinto aniversario de la guerra de las Malvinas, que confirmó su imagen como "Dama de Hierro".

"Como primera ministra aprendí que, cuando el gobierno pone moneda en circulación, todo lo que consigue es inflación, pero en esta ocasión muy especial quizás pueda hacer una excepción a la regla", dijo Thatcher, de 81 años.


Las piezas conmemorativas, que llevan la inscripción "Aniversario de la Liberación", han sido acuñadas por la casa de monedas privada Pobjoy, en Surrey, al sur de Londres, por encargo del gobierno del archipiélago, cuando se cumplen 25 años de la contienda entre el Reino Unido y la Argentina.

Entre ellas, figura una moneda de oro y su versión en plata que muestra la figura femenina que representa al Reino Unido, envuelta con la bandera británica portando un escudo con el blasón de las islas Malvinas.

Además, se han acuñado piezas de 50 peniques, que entrarán en circulación en las islas Malvinas, las cuales muestran un mapa del archipiélago en el fondo sobre el que camina de espaldas un soldado.

Una portavoz de la casa de monedas explicó que cada escolar de las Malvinas recibirá una de esas últimas monedas "como recordatorio de la invasión y la posterior liberación de las islas".


Nota del blogger: No tengo nada contra los ciudadanos ingleses, no soy nacionalista (me refiero a la concepción fundamentalista del nacionalismo), a no malinterpretarse. Pero la insignia "Aniversario de la Liberación" me dejó helado.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Ok, hagamos un trato: ustedes me dejan postear hoy, y yo prometo que no voy a intentar ninguna pretensión literaria. Hoy no, no hasta que aprenda. Pero quería contarles algo que me sucedió hoy (a todo esto acá en el laburo está sonando un tributo a Pink Floyd buenísimo, perdonen que desvirtúe). Tomé coraje, me metí los pocos prejuicios y demandas pequeñoburguesas que me quedaban en el culo, y me decidí a renunciar. Quise ir a hablar con el gerente.... el muy pillo está en Córdoba! Me quería matar!! Ese instante de valentía, de superación, en el cual me arremangúe las botamangas y tomé una larga bocanada de aire para entrar a la gerencia, y el muchacho está en la Docta. Mierda! Vamos a ver mañana donde anda. Un saludo! Gracias por leer

martes, 29 de mayo de 2007

Me cansé, pido perdón, y prometo no postear más hasta que no aprenda medianamente a escribir. Y cuando me refería a que soy una farsa, justamente no me refería al tipo de farsa que se requiere para narrar. Si bien el oficio de "elegidor (no me gusta la palabra elector, menos por estos tiempos) de palabras" supone una gran cualidad de mentiroso, yo soy del tipo de farsa de las que no se quieren: esos que pretenden en cinco minutos esbozar un relato como la gente, plasmar en palabras una serie de vivencias, para las cuales se precisa una introspección mucho mayor. Me da verguenza seguir publicando textos incoherentes, redundantes, deformes, o in-formes más bien. Encima después uno quiere leer a Borges y siente asco de uno mismo, imagínense. No se describir, no se conjugar, no se autolimitarme. Cuando sepa un poquito de todo esto, volveré a postear. Calculo que por ahora me limitaré a hacer unos copy-paste que crea convenientes. Me siento muy agradecido por el tiempo que me han dedicado quienes me han leido y comentado. Más aun cuando ellos saben lo que están haciendo. En fin, un saludo, y quizás hasta mañana me levante cruzado y vuelva a postear la primera pelotudez que se me venga a la cabeza, pero hoy no, hoy si que no.

sábado, 26 de mayo de 2007

La novela de mi vida

Por esa manía, que también suele ser miedo, de creer, ostentar o alardear que vivimos en la ficción es que la duda entró en mi. Me refiero a ese lugar común de pensar que vivimos dentro de una fábula, que somos el personaje de alguna novela al cual hechos descabellados le suceden, y que curiosa es tu vida Martita, y bla bla. Si, no me digan que nunca lo pensaron. Bueno, anoche fue algo así, pero no tan así. Casi que un perfeccionamiento digamos (con lo que me disgusta esa palabra, digamos). Se me dio por conjeturar lo siguienteí: aceptemos pues primero que sí, que vivimos dentro de una ficción, que somos el personaje (y no tendría porqué ser el principal) de un relato. Hipótesis número uno: cuando leemos una historia, en algún lugar de la mente, se está recreando, imaginando, ese personaje, esa situación, y esos hechos. Es decir, en algún lugar, existe. En alguna intrincada red molecular, en algún universo como tantos otros, en nuestra materia gris, lo que sea; se puede decir que eso que estamos imaginando está sucediendo (aqui doy por entendido una definición de suceder mucho más amplia de la aceptada por la rutina y su realismo escéptico). Perfecto, queda probado (?) que todo aconteciemiento imaginado, toda historia, ocurre efectivamente de alguna forma alguna vez. Ahora, primera piedra en nuestro aventurado y pretencioso camino: Una novela que dura 75 años? y en la cual se relata cada una de las cosas que nos suceden? Sería un libro de millones y millones de páginas. Pues en mi delirio nocturno llegué a la hipótesis número dos: Los días son una repetición incesante de lo mismo, hasta que algún acontecimiento importante cambia nuestras condiciones de vida, nuestra manera de sentir el mundo, etc. Por ejemplo, imaginense a Juan, un empleado del ferrocarril que amanece todos los días a las 6:45, toma su café, parte hacia el trabajo, maneja la máquina, a las 17:00 vuelve a su hogar, mira el noticiero, come un churrasco, hace el amor (o cree hacer el amor) y se deja caer en el sueño que lo preparará para el día siguiente. Pues durante un año y medio, nuestro ingenuo amigo Juan vivió el mismo día pero repetido quinientas cuarenta y siete veces. Con churrasco más o churrasco menos, con una revolcada más saciante que otra, pero lo mismo al fin. Son los hechos que realmente cambian lo más profundo de su ser, y por ende cambian totalmente su vida los que se resalta e incluye en una novela. Así, cuando un personaje de una novela fue un día al zoológico y estuvo observando la jaula de los monos hasta el horario de cierre, esto no sucedió una sola vez, sino que se repitió durante tres meses, hasta que se enamoró, el día que lo paralizó la presencia de esa damisela que se proponía tomar el 150 junto a él. De ahí en más, pasará días y días enteros lucubrando de que manera conquistar el amor de la jovencita, los cuales figurarán en nuestra novela como un simple "X pasó así todo el día pensando en la chica de la parada, casi que no puedo dormir".
Si ustedes han sido lo suficientemente generosos y permisivos como yo para hacer omisión de posibles errores y anacronismos que presentarían las novelas de nuestras vidas si tenemos en cuenta mis dos hipótesis que las validan, quizás lleguen a aceptar cada acontecimiento que sucita nuestra tranquilidad diaria, y confiar en que del otro lado hay un escritor experimentado, que sabe lo que está haciéndo, que si le pasó a Jose Aradio Buendía porque no habría de sucederme a mi, flamante personaje de su última novela, la cual será un best seller o morirá en un estante de una librería de la calle Corrientes, lo mismo da, ya que la librería de la calle Corrientes es solo el ambiente de otra novela, en la cual los best seller apestan, y los herrumbados libros polvorientos poseen la receta de la inmortalidad, jamán leída por nadie.

jueves, 24 de mayo de 2007

Difíciles de entender

Según la RAE,

entendimiento
.

1. m. Potencia del alma, en virtud de la cual concibe las cosas, las compara, las juzga, e induce y deduce otras de las que ya conoce.


Es decir, el entendimiento es una facultad del alma. Bien subjetiva. A menudo, en la historia de la humanidad han surgido personas, conceptos, objetos, procesos que no son faciles de digerir, de entender. Suele suceder con escritores, músicos, locos, etc. Son aquellos incluidos dentro de la categoría de "vanguardia", muchas veces aclamados, y tantas otras repudiados.
Anoche, estuve en el Buenos Aires Jazz y otras músicas. Llegamos cuando terminaba una conferencia sobre los orígenes del Jazz. Café de por medio, presenciamos la puesta en escena de Alejandra Martin, una chica de una voz dulce como el caramelo, de un registro amplísimo, de una calidez desbordante. La acompañaba un trío virtuosísimo, que andaba los caminos de la ortodoxia del Jazz moderno (valga la aparente contradicción). En resumen, excelente. A continuación se presento una pequeña brasilerita, de una gracia increible, de una voz fuerte y seductora, acompañada por un guitarrista de la choncha-é-lalora (que ademas de descoser la de 12 cuerdas hasta romper alguna de ellas, le daba a la cítara con todo el sentimiento). Todo venía bien, como era de esperar, la gente excitada, vociferaba y aplaudía enérgicamente a los artistas. Que bueno, que alegre el ambiente, que eufórica concurrencia. Pero....pero...
La noche la cerraba un tal Anthony Braxton, yankee el señor. Tribunas repletas, ansia generalizada. Nueve y media, puntual, salió a escena su trío, compuesto por el mencionado hombre (afroamericano entrado en años, bien "negro Jazzero") en saxos y trombones varios, un muchacho de unos treintaipico en trompetas, y una jovencita en guitarra. Todo parecía iniciar como esperado, la gente aplaudía, gritaba. En eso estabamos cuando el negro gira sobre sí, y da un click en una notebook apoyada sobre un escritorio. Sonidos agudos, continuos, que parecían salidos de una pelicula de ciencia ficción comenzaron a oirse. Parecían seguir alguna melodía, al menos hice el esfuerzo por encontrar una, pero no. Perfecto, pensé, van a improvisar. El negro empezó a hacer sonar su saxo tenor, muy ágil, con sonidos "vivorescos". La guitarra lo comenzó a acompañar, con notas contracturadas, entrecortadas, rasgueos interrumpidos por pequeños yeites en alguna escala que vaya uno a saber. Hasta que saltó en escena el trompetista, que con estruendosos resoplidos, con movimientos ultra-rápidos de los dedos y con retorcijones de todo su cuerpo, comenzó a frasear y escupir sentencias alocadas. Bueno, así durante cinco minutos....otros cinco...ya iban 20 minutos y los tipos seguían asi, cada uno en la suya, aparentemente inconexos, pero la realidad era que se estaban comunicando de una forma íntima y profunda. Aquí es donde viene el problema del entendimiento. La gente comenzó a mirarse entre si, hasta algunos empezaron a dejar escapar risas cómplices, como diciendo "estos tipos están locos". Poco a poco, de a dos, de a tres, se fueron levantando, sigilosamente dirigiéndose a la salida. Debo confesar que a mi también me costó mucho entender lo que estaban tocando (si, en realidad todavía no lo entendí). Así fue que el público que había acudido ansioso, se fue retirando comentando que "porquería" que era lo que estaban tocando.
Puedo aceptar que se diga que algo nuevo, que se sale de los estándares, de los cánones de un estilo es "raro". Pero no puedo tolerar que se diga que es una "porquería", que es malo. Aquí es donde necesito volver a la definición de entendimiento. La falla, nuestro error, creo que aparece luego de concebir las cosas, cuando se las intenta comparar con lo que ya conocemos, y emitir juicio a partir de ahí. Gente, si es vanguardia, si es nuevo, con que lo queremos comparar? Con que criterio podemos decir que algo es malo o bueno? Porque, y esto si que no me lo puede discutir nadie, el negro tocaba que daba calambre. Conocía al instrumento como se conoce a un hermano, parecía que el saxo soprano fuese una continuación de su tráquea, dejaba todo el sentimiento en cada nota, movía los dedos como pocos. Ahora, que lo que estaba tocando no estuviese comprendido en 12 compases iguales, que no tuviese ni principio ni fin, es lo que hacía ininteligible, para la mayoría (me incluyo), el repertorio.
Me subi al colectivo, y como me esperaba un viajecito a casa, me puse a reflexionar (cagamos). Sentí que había presenciado un momento único en mi vida, una muestra de hipocrecía y falsedad generalizadas, de snobismo crudo. Me di cuenta de que el negro este era un genio, que tenía algo para decirnos, que se había cansado de sentir que "mierda, esto ya lo toqué mañana", que se había animado. Y nosotros, pobres idiotas, porque no nos había servido en bandeja cuatro acordes felices, comodidad y buen gusto, lo habíamos despreciado. Me fui a dormir pensando en lo deplorable que es la raza humana.

lunes, 21 de mayo de 2007

En otra calle
Donde
Oigo mis pasos
Pasear por esta calle
Donde
Sólo es real la niebla

(OCTAVIO PAZ)

Hoy, cero creatividad la mía.

jueves, 17 de mayo de 2007

Y luego de abrir con cuidado la puerta (cuidado de no volcar algún vaso o tropezarse con algo, con alguien), entrar con disimulo y esgrimir un "Hola Miguel", ver las caras de esas gentes era realmente admirable. Imaginaos que no por nada hace varios años para nosotros había pasado a ser "el sucu", aunque realmente no tuviese ningún cartel ni existieran pruebas de semejante atribución (creo que algunos lo llamaban "el bar de miguel", pero ya no más, indefectiblemente había pasado a ser "el sucu", para SIEMPRE).
Y enseguida se acercaba Fidel, tan cordial y casi-mudo como siempre, con su trapito al brazo. Él ya sabía qué ibamos a pedir, lo de siempre, la cerveza y las papas grasosas. Y dije grasosas, y creo que ninguna otra papa de Buenos Aires tiene derecho a creerse u ostentar ser grasosa. De ninguna manera. Como dije, observar los concurrentes era una tarea admirable. Infaltable a cualquier hora del día el polaco "cara é tomate" José (y siempre surgía y seguiría sugiendo la discusión acerca del origen, vida y ocupaciones del polaco "cara é tomate"). Algunos le atribuían la tarea de distribución de sustancias raras dentro de "el sucu". Yo sabía, realmente lo sabía, que esto no era cierto. De todas formas debía exisitir una razón por la cual día tras día, hora tras hora y segundo a segundo, el polaco observaba al resto, erguido bien cerca de la puerta de entrada, cabeza en alto, cara en llamas. Había una mesa que todos los mediodías era ocupada por un cuarteto de sordomudos, que a fuerza de gestos y miradas compartían un ameno almuerzo. Un poco por gusto, otro poco por costumbre, y otro casi por obligación, el almuerzo era siemrpe el mismo. O churrasquito, o milanga (de más está aclarar que acompañados por una porción de papas bien grasosas).
En la solitaria mesa del fondo, el viejito Manuel bajaba su cabeza y dormía religiosamente su siestita de 15 minutos depués del tercer vaso de vino tino, con las noticias de Crónica de fondo (porque sí, aunque "el sucu" se caía a pedazos, tenía, y debía tener un televisor con Crónica tv sintonizado día y noche. De otra manera no sería "el sucu"). Y arriba, es decir, sobre un entrepiso de improvisadas maderas situado justo por encima de nuestras cabezas, la Mony con la sartén hirviendo y por el mango.
No tengo el recuerdo exacto de cuándo ni porqué fuimos por primera vez. Sé que fue hace al rededor de tres, cuatro años. Algún mediodía esperando entrar a alguna aburrida clase. La visita se repitió dos o tres mediodías más tarde. Lentamente, casi sin darnos cuenta, pasó a ser indiscutido destino de tardes grises, en las cuales todos sabemos que no queda otra que sentarse a ahogar penas y discusiones con una cerveza de por medio. Es increíble como hoy en día ha entrado tan profunaamente dentro nuestro, que cada vez que tenemos un rato libre, con solo mirarnos sabemos que en quince minutos estaremos en "el sucu", entrando con cuidado, saludando a Miguel, sentándonos en la mesa contigua a la barra, y pidiendo nuestra gloriosa cerveza con nuestras grasosas papas fritas.

A veces trato de imaginarme que pensarán los viejos, los obreros, y los parias que habitúan "el sucu" cada vez que nos ven entrar a nosotros, un reducido grupo de vienteañeros con pocas marcas en la cara, con una todavía ténue e intermitente sonrisa en los labios. A veces me deprimo al pensar que en poco tiempo no entraremos más, que cada uno seguirá por su lado, que eventualmente podremos ir "el falco" y yo, o Julián con "el gordo". Pero ya no será lo mismo de antes. Se que para muchos puede ser insignificante un intento de bar del barrio de congreso, clausurado varias veces por infectología, ignorado por los apurados ojos de las oficinistas, pero para mi, para nosotros, "el sucu" fue, es, y será una inolvidable parte de nuestras vidas. Y se guardará en la mermoria, el corazón, o como quieran llamarlo, junto con el recuerdo del San Lorenzo campeón del ´95, de una tarde en el rosedal, de una sonrisa pasajera, del compás de una guitarra, y todos los pequeños instantes de fugaz felicidad que me queden por vivir.

jueves, 10 de mayo de 2007

odio mi último post, en el que afirmo que odio mi último post.
carraspera
sodomizante.
sal, sal de allí...viértete
di-viértete
derrámate, escúrrete.
Te impero! Me urge!
Ahora, ya no es más ahora.
Sutiles diferencias,
montruosas para pocos.
palabras que descansan ahí:
catalizar
desoxirribonucléico
ilíada
catapulta (la repetición)
muñequitos
DES-TRUC-CIÓN.

miércoles, 9 de mayo de 2007

Un post de Bon fille me trajó a la cabeza (pero de dónde me lo trajo?) a Oliverio Girondo, su surrealismo, su poesía. Habiendo sido solo un casual lector suyo (de Girondo, no de frestón), busqué. Observé, recorrí, leí. Hay veces que pienso que cada uno se fabrica una interpretación a su gusto de la poesía, la que más le conviene. Hasta cierto punto creo que está bien, somos animales subjetivos, tenemos un YO más presente de lo que debería estar. Espero que vuestra elección, vuestra interpretación de la siguiente concatenación de eructos aromatizados sea tan bella como la mía, o como la de Oliverio.

¡AZOTADME!

¡Azotadme!
Aquí estoy,
¡azotadme!
Merezco que me azoten.
No lamí la rompiente,
la sombra de las vacas,
las espinas,
la lluvia;
con fervor,
durante años;
descalzo,
estremecido,
absorto,
iluminado.
No me postré ante el barro,
ante el misterio intacto
del polen,
de la cama,
del gusano,
del pasto;
por timidez,
por miedo,
por pudor,
por cansancio.
No adoré los pesebres,
las ventanas heridas,
los ojos de los burros,
los manzanos,
el alba;
sin restricción,
de hinojos,
entregado,
desnudo,
con los poros erectos,
con los brazos al viento,
delirante,
sombrío;
en comunión de espanto,
de humildad,
de ignorancia,
como hubiera deseado...
¡como hubiera deseado!

martes, 8 de mayo de 2007

La gente de mi trabajo me está terminando de hartar. En realidad, como ejercicio antropológico amateur tiene su gracia observar los dilemas de estas gentes, pero el ejercicio se agota en uno o dos meses. Aparentemente esto no da para más y no se cuanto aguantaré. Paso a detallar algunas de las discusiones que realmente me han dejado estupefacto:

A:-Yo tengo un horno que levanta 200 grados y las pizzas salen re bien.
B:-Papá!yo las hago más fácil, levanto el tubo, llamo a la pizzería y listo.
A:-pero no me vas a decir que son más ricas!
B:-Que no papá!! aguanten las de pizzería

.......

Ahora, ustedes no van a creer frases tan típicas de ellos como:

-El arroz es comida de putos (?????????????)
-A los putos hay que matarlos a todos.
(Luego de un rato largo en que estuve escuchando Jazz) -Cortala con esa porquería, poné música "denserio".


Dos cosas en particular, dos reacciones de dos de ellos no termino de comprender. La primera es la consternación de un compañero al enterarse que no la pongo todos los días...

-Papá. vos con 22 años si no cojés todos los días estás hecho mierda!!! Yo a tu edad cojía todos los días con minas distintas.

....

La segunda reacción que me ofusca, es que haya sido motivo de burla el hecho de que yo haya ido a la feria del libro... Juro por Dios que no entiendo la risa!!!!!

Ahora, no se piensen que no hay diálogos interesante. Los debates más profundos giran en torno a cual es la velocidad más alta que han alcanzado con sus peugeots 307´s por la autopista, o quién es el que baja más rápido porquerías de interné con el emule.
Yo se que son buenas personas, que en el fondo deben ser tolerantes, que no deben ser tan machistas, pero les aseguro que cansa, realmente uno se siente sapo de otro pozo.

Perdonen este post quejoso, sin calidad, tan verborrágico y que parece escupido. Pero me tenía que descargar.

Punto.

miércoles, 2 de mayo de 2007

Le taux

En esta quietud
tantas veces te pensé como musa inspiradora
con solo mirarte quedaba imaginando
tu oscuridad,
[tu aroma]

Áspera y de contornos difusos
ahuecada y panzona
una-a-una
las palabras me servías

Y tu obsoleto fin
negación de tantos otros
me ponía en la pista
no se si correcta,
[pero pista al fin]

Y las bocas que han de posarse en ti
y beber con apuro tu jugo nocturno
se confunden y se miran durante el día
y se maldicen y se aman en los sueños
Ahora, escribo pájaros.

lunes, 30 de abril de 2007

Posar el tigre tiene algo de total encuentro, de alineación frente a un absoluto; el equilibrio depende de tan poco y lo pagamos a un precio tan alto, que los breves instantes que siguen al posado y que deciden de su perfección nos arrebatan como de nosotros mismos, arrasan con la tigredad y la humanidad en un solo movimiento inmóvil que es vértigo, pausa y arribo. No hay tigre, no hay familia, no hay posado. Imposible saber lo que hay: un temblor que no es de esta carne, un tiempo central, una columna de contacto. Y después salimos todos al patio cubierto, y nuestras tías traen la sopa como si algo cantara, como si fuéramos a un bautismo.

Julio Cortázar, Los posatigres, Historias de Cronopios y Famas

lunes, 23 de abril de 2007

Que ese día coincidiera con la fecha de mi nacimiento pero 22 años después, sinceramente me era indiferente. Casi que me-chu-pa-ba-un-hue-vo. Solo era una buena -más bien excelente- excusa para reunir a toda la gente que estimo (de una manera u otra) en un mismo punto espacio-temporal. Asi fue que empezaron a caer uno tras otro, con fervientes saludos, entre chorreantes sanguches de vacío y vino tinto del no tan bueno. Lo bueno fue que, una vez saciadas las ansias de carne (vacuna) por parte de las huestes, la noche fue cediendo y los grupitos fueron fusionandose, cuales tribus de hormigas en un recién acabado hormiguero. Asi, litros de cerveza de por medio, los de aqui entablaron tertulia con los de allá, y los del fondo brindaron con los de abajo. Irrumpió una guitarra, la cual a expensas de trillados y recontrabastardeados clásicos de ayer y hoy del rock nacional unió en fervorosos coros las disímiles voces. A esta altura de la noche, no se podía diferenciar quien había venido con quien. Y uno ... feliz, y si. Feliz por poder sentirse cómodo en un ambiente donde supuestamente uno es bien conocido. Supuestamente... bueno, que mierda, feliz de todas formas. De ahi en adelante, lo previsible, lo cómodo y hasta cierto punto reconfortante. Terminamos todos alegres y sacudiendo las cachas en un sucucho de la zona. Ahora, ustedes imaginense todo esto, pero encima habiendo recibido una mega-edición de Cien años de soledad descomunal, una que otra novela de Roberto Arlt y Juan José Saer y variados discos de Jazz. La sumatoria temporal y material de todo lo anteriormente mencionado no puede NO proporcionarle a uno un instante de felicidad. Después, de vuelta a la cruda realidad.

miércoles, 11 de abril de 2007

Hay veces en las que nos desilusionamos al enterarnos, casi a la pasada, que la obra de cierto autor no es infinita. Enseguida, nos azota la idea de que va a exisitir un punto en el cual nada nuevo tendrá dicho autor para brindarnos. Intentamos reconfortarnos argumentando que las posibles combinaciones y variaciones de la interpretación de las finitas y numerables obras crece a un número tan grande que es aproximación del infinito para pobres mortales como nosotros.
Es sabido que en cierto período posterior a los 40 años del pueblo judío en el desierto, habitó cerca de las costas mediterráneas un hombre que pretendía ser un artista con producción constante. Algunos lo llamaban Flamén, otros Dios, la gran mayoría simplemente "loco". El extraño ser afirmaba que cada uno de sus actos era una producción artística, la cual era brindada por él a sus condiscípulos. Lejos hoy en día de tal situación de carencia de un mercado artístico, de editoriales, precios, ventas y contrabando, sería casi irrisorio poder consolarnos (nosotros, pobres mortales!) con aspirar a presenciar cada instante de vida del artista, cada dejo involuntario (o voluntario) de arte, cada acción u omisión que perpleje nuetros ojos y nuestra alma tan sensible. Es por eso, y dada la circularidad del universo, que debo repetir lo que en el comienzo, nos desilusionamos y reconfortamos de inmediato con leer una y otra vez, de una y mil maneras (acostados o tristes, llorando o saltando la soga, pasado mañana o hace 7 años) los distintos libros de distintos autores. Gracias a Dios (o a Flamén) somos solo pobres y limitados mortales.

martes, 27 de marzo de 2007

Un tipo que me ayuda bastante seguido

Tengo que afrontarlo, y aceptarlo: no soy bueno, no se escribir, las pocas ideas que llego a escrudiñar en mi corteza cerebral se desordenan y disgregan al momento de pasarlas al papel. Mis construcciones linguísticas son pobres e ilusas, y mi capacidad de concentración no siempre es la mejor. Por lo tanto a veces hay que recurrir a la transcripción. En este caso, un fragmento de un escritor con cuyos personajes no me es dificultoso identificarme a menudo, o al menos preguntarme ante una situación de la cotidaneidad: "Qué pensaría Oliverira? Cómo actuaría Lonstein? Que resolvería Paula? Que cornos le pasaría por el bocho a un mismísimo cronopio?". Esto a menudo sirve de gran ayuda. En fin, basta de insignificantes preludios, transcribo a continuación un pasaje que resume de manera eficiente y bonita un concepto, una idea, una....:


Claro que, observa el que te dije, a pesar de ese obstruccionismo subjetivo el tema subyacente es muy simple: 1)La realidad existe o no existe, en todo caso es incomprensible en su esencia, así como las esencias son incomprensibles en la realidad, y la comprensión es otro espejo para alondras, y la alondra es un pajarito, y un pajarito es el diminutivo de pájaro, y la palabra pájaro tiene tres sílabas, y cada sílaba tiene dos letras, y así es como se ve que la realidad existe (puesto que alondras y sílabas) pero que es incomprensible, porque además qué significa significar, o sea entre otras cosas decir que la realidad existe; 2) La realidad será incomprensible pero existe, o por lo menos es algo que nos ocurre o que uno hace ocurrir, de manera que una alegría, una necesidad elemental lleva a olvidar todo lo dicho (en 1) y pasar a 3)Acabamos de aceptar la realidad (en 2), sea lo que sea o como sea, y por consiguiente aceptamos estar instalados en ella, pero ahí mismo sabemos que, absurda o falsa o trucada, la realidad es un fracaso de hombre aunque no lo sea del pajarito que vuela sin hacerse preguntas y se muere sin saberlo. Así, fatalmente, si acabamos de aceptar lo dicho en 3), hay que pasar a 4) Esta realidad, a nivel de 3), es una estafa y hay que cambiarla. Aquí bifurcación, 5 a) y 5 b):

-Ufa -dice Marcos.

5 a) Cambiar la realidad para mi solo-continúa el que te dije- es viejo y factible: meister Eckart, Meister Zen, Meister Vedanta. Descubrir que el yo es ilusión, cultivar su jardín, ser santo, a la caza darle alcance, etcétera. No.

-Hacés bien -dice marcos.

5 b) Cambiar la realidad para todos -continúa el que te dije- es aceptar que todos son (deberían ser) lo que yo, y de alguna manera fundar lo real como humanidad. Eso significa admitir la historia, es decir la carrera humana por una pista falsa, una realidad aceptada hasta ahora como real y así nos va. Consecuencia: hay un solo deber y es encontrar la buena pista. Método, la revolución. Sí.


julio Cortázar, "Libro de Manuel"

domingo, 25 de marzo de 2007

De profundos sonidos que salen vaya uno a saber...

Eso es, encontrar la singularidad de cada canción, de cada nota que se prolonga.
Fuera de esquemas y tiempos musicales predeterminados, idiomas o condicionamientos sociales.
En el fondo toda nota o arreglo es un grito visceral, un "primal scream", una necesidad, un impulso.
Y asi pasar de lo estático y con olor a humedad, a lo moderno y dinámico, sin prejuicios ni problemas, y como alguien dijo alguna vez: "sin buscarle la vuelta de rosca metafísica"-aunque la tenga-.
Y cada compás te traerá sensaciones a la mente, recuerdos inextricables de momentos casi olvidados, de aromas de ayer, de mañana y de siempre.

Vitácora de un parpadeo

Y en ese momento una seca cana cayó de su cabeza; zigzagueando por el aire rebotó en su muslo y fue a parar al suelo. Ahora no sería más que otra pelusa en la gastada vereda. Un apurado transeúnte la patearía luego hasta el portal de entrada del edificio. Nada más que una insignificante pelusa. Y así se pasearía por el enorme palier de entrada, iniciando sus primeras aventuras. El primer desafío fue el enorme escalón que pudo superar gracias a un cálido vientito del oeste, elevándose y escurriéndose hasta quedar frente al ascensor. Afortunadamente, el cadete de la oficina del tercer piso posó sobre ella la suela de su lustrado zapato con suficiente fuerza como para quedarse adherida. La subida fue dolorosa ya que el cadete rondaba los noventa kilos, razón por la cual se sintió aliviada cuando éste se bajó al pasillo del tercero. Enseguida se aferró con toda su fuerza al felpudo de entrada de la oficina. La oportuna salida de la señorita Susana de la oficinita la salvó de un ejercito de garrapatas que ya empezaban a incomodarla, y junto a ella volvió al ascensor. Una vez en él, la señorita Susana no eligió descender hacia la calle como se supone haría una vez terminada su jornada laboral. Es que Susana tenía un amante en el séptimo B, a quién visitaba los Lunes y Jueves de cada semana.
Nuestra amiga pelusa se movió con una libertad jamás soñada que la extasiaba por todo el amplio semipiso del joven muchacho del séptimo B. La fiesta no duró mucho. Fue su desgracia la ráfaga de viento que la elevó cuando Susana abrió la ventana del balcón, posándose sobre las cabezas de los amantes, y despidiéndose hacia el vacío de la ciudad. Pero de allí no hubo caída ni zigzagueante descenso. Quedó suspendida entre los edificios en lo que para ella fue la eternidad. Quizás nunca bajó, quizás desde allí ella también dejó caer una insípida cana a la gastada vereda...