domingo, 29 de julio de 2007

De como acabar con el rosedal en diez días

El teorema de conservación de la masa establece bien claro que no se puede cagar más de lo que se come, pues claro, salvo que haya desprendimiento interno del tejido que nos compone. En resumen, la única forma en la cual la frase tan común "ese caga más de lo que come" podría tener sentido es si el supuesto sujeto se estuviera desintegrando cago-a-cago. Creo yo que para hacer válida la frase, decimos que la diferencia entre lo que se caga y lo que se come debe ser considerable, y hasta detectable a simple inspección visual. Supongamos entonces un dC (delta cago, de ahora en más llamaremos así a la diferencia entre lo que cagué y lo que comí) del orden de los cien gramos. Asumiendo un sujeto de alrededor de 70 Kg, no es difícil tarea estimar cuantas provechosas comidas gozará antes de desintegrarse. El cálculo arroja un número algo asi como 700 comidas. Siendo amables y considerados con nuestro pobre individuo supongamos que come (y caga) una sola vez por día, por lo cual sobreviviría casi dos años. Nada mal, eh? Tras todas estas cavilaciones, llegué a una irrefutable conclusión: las petunias cagan más de lo que comen, ya que sufren del infortuito hecho de vivir tan solo dos años. Pero caramba, la petunia es una planta, no puede cagar. Pues entonces aqui es donde llego al segundo y mayor descubrimiento: nos han engañado todo el tiempo, hemos vivido equivocados, las petunias son animales!. Tras ese disfraz de pobres seres fotosintéticos plácidamente imperturbables, se esconde una raza de crueles animales, animales de los más metafísicos y meditadores, que elaboran un sigiloso y cauteloso plan para conquistar -al menos- el planeta tierra (y digo "al menos" porque uno no tiene ni idea de lo que son capaces estos bichos, ya ve señora, han sido capaces de engañarnos a nosotros, los seres humanos, por tanto tiempo!).
Debido a esto, y a tantas otras cosas más que a su debido tiempo les revelaré, declaro un estado de Alerta Total, código Rojo Profundo, y convoco a todos los empleados del Jardín Japonés a alzarse en armas (podadoras) y acabar con esta terrible amenaza para la humanidad. Unámonos para que en el futuro no haya ser sobre la tierra que pueda cagar más de lo que come. Amén.

2 comentarios:

Deliberado dijo...

Del anterior párrafo no tengo la mínima idea qué quiere significar, de hecho fue una especie de revelación que sufrí sentado en el trono y que me impulsó directo al papel (no higiénico, sino al block de notas). Ahora sufranlo!

Ya me parezco a Funes con esto de comentar primero a manera de aclaración.

Ivana dijo...

No sé cómo, pero me puse automáticamente de tu lado.