domingo, 2 de diciembre de 2007

Una de mis mayores desiluciones cuando niño, fue darme cuenta que el amor eterno era más difícil de lo que parecía, que la gente juraba amor incondicional y eterno más de una vez en la vida, a más de una persona.

5 comentarios:

Ivana dijo...

Yo creo que todos son eternos, aunque se lo jures a gente diferente.
El objeto del amor eterno es lo que cambia, en todo caso.
Saludos.

Ivana dijo...

Ah, y lo del post anterior. Es un ensayo que se titula "Goethe desde dentro".

Ignacio Martín dijo...

Ay Dios... Iba a opinar pero no, después de esto no puedo, no.

Deliberado dijo...

Merci festón, pero por favor, dejà de atormentar al pobre Quijote. (?)

Ivana dijo...

Yo qué sabía...