De qué manera se completa una obra? Cuándo es tiempo del esperadísimo y trágico punto final? Y qué si ese tiempo ya pasó y no supimos darnos cuenta?
Un libro, por ejemplo, se conforma de una tapa, una contratapa -ambas más o menos duras-, y un contenido. De qué forma la intuición del autor se plasma en tan poco: dos cartones, un lomo y doscienta-y-tantas páginas (cuando mucho)? De qué forma elegir el orden de dichas páginas? Por qué es que de dicho orden depende tanto lo que el libro quiere decir?
De las más arduas tareas es aquella de dicernir y decidir si para expresar cierta idea debemos valernos de cuatroscientos treinta y dos rectángulos de papel, o una sola frase es suficiente.
El resto es literatura basura, como ésta.
sábado, 25 de agosto de 2007
domingo, 12 de agosto de 2007
Sueño de perros
Tengo dos notas
deambulando en mi cabeza
inagotables, improlongables
me han despertado
Me han secuestrado de un sueño
signado por la angustia,
cuando todo parecía acabar
ahi estaban ellas dos
Una sostenida, otra menor
a tirones y mucho esfuerzo
me quieren levantar de la profundidad
del sueño
-sueño nostalgias-
Y el efírmero instante
de nuestra existencia
en él aparecía
como nostalgia
-sueño nostalgias-
deambulando en mi cabeza
inagotables, improlongables
me han despertado
Me han secuestrado de un sueño
signado por la angustia,
cuando todo parecía acabar
ahi estaban ellas dos
Una sostenida, otra menor
a tirones y mucho esfuerzo
me quieren levantar de la profundidad
del sueño
-sueño nostalgias-
Y el efírmero instante
de nuestra existencia
en él aparecía
como nostalgia
-sueño nostalgias-
martes, 7 de agosto de 2007
Al Ego-ista
Y el tarambana este me pide que lo ayude con no-se-qué aburrida traducción(punto) Claro(coma) ahora porque escuchás Beethoven y viste no-se-qué adaptación de UN cuento del Negro en internet sos todo un intelectualucho(punto) Bueno(coma) no quiero ser mala persona(coma) perdón(coma) es un buen tipo(coma) un poco boludo(coma) pero eso es todo(punto) La culpa es mía por pretender que el mundo no sea Hipócrita(coma) cuando el primer Hipócrita soy yo(punto) Que bien que suena(coma) YO(punto) YO-YO(punto) (comillas)Término empleado en filosofía y en psicología para designar a la persona humana en tanto que ella es consciente de sí misma y objeto del pensamiento(comillas)(punto) Oh gran descubrimiento(dos puntos) mi ombligo(signo de exclamación) Pero de ahi a ser objeto de pensamiento (punto punto punto) En fin(coma) YO el Hipócrita me tengo que estar quejándo de estos Hipércritas(coma) como si el menos peor fuera al menos mejor(punto) Redundancia(coma) me tengo que ir(punto y de esos que dan por terminado una queja)
miércoles, 1 de agosto de 2007
La ciudad y las ilusiones
Al entrar al cuarto se podía vislumbrar toda la ciudad. Creí al principio que era una ilusión, que toda la crueldad que emana una ciudad no cabía dentro de un departamento, y menos en uno del barrio de Flores. El monoambiente parecía explotar en luces, humos y estruendos. Lo contradictorio era que se podían ver como un espejismo callejones, vendedores, absolutamente todo el paisaje habitual de una ciudad, en tamaño real. Todo dentro del monoambiente. Razoné enseguida que podría probar la inverosimilitud e irrealidad de la ilusión que se presentaba ante mis ojos con un simple artilugio matemático. Pensé que si giraba a mi derecha y caminaba, digamos, unas tres cuadras, luego volvía a girar hacia mi derecha y retrocedía las mismas tres cuadras acabaría nuevamente en la entrada a la ciudad, o sea, la entrada al departamento. Desilusión. Luego de la agitada marcha, acabé en un lugar en apariencia completamente distinto al inicial. En un intento por no perder la razón, me convencí de que si caminaba en línea recta sin cesar chocaría en algún momento con alguna de las paredes que delimitaban el monoambiente. Pues no querrán conocer mi desconcierto y desesperanza cuando al cabo de una hora de caminata, el paisaje y las gentes no cesaban de renovarse. Es probable que en realidad con solo haber continuado veinte minutos -o dos cuadras- más hubiese acometido mi fin, mas la terrible sensación de escepticismo y perdición se apoderó de mi (o debo decir que yo me apoderé de ella). Aqui es donde comencé a comprender y recordar (o imaginar) los tantos departamentos en los cuales me había perdido alguna vez, los muchos escenarios que se habían renovado en una y otra oportunidad en mi vida, y arribé a la fatídica conclusión de la igualdad de todos de ellos -y más aún, de su infinitud-. Pero un hecho en particular me ha mantenido en constante cavilación llegando al borde de la locura: la imposibilidad de encontrar los límites de esa ciudad, de escapar de ella, y asi bajar a la planta baja y regresar a las calles de Flores. Al día de hoy no lo he logrado y paso los días merodeando en busca de algun indicio de pared, de un zócalo, mientras en las noches alterno entre la perdición mundana y la escritura de relatos fantásticos. El último en el que estoy trabajando versa sobre una ciudad imaginaria incrustada dentro de un departamento. No logro concluirlo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)